jueves, 16 de abril de 2009

La fragilidad de las relaciones

Una pareja muy cercana a mí ha terminado. Con una frase como "Tu y yo ya no somos nada" se acababa más de un año de compartir, de acompañarse, de ser felices...

Y esto me ha hecho reflexionar sobre las relaciones. En general sobre todas y en particular sobre la mía, porque nadie está a salvo de una ruptura... Cualquier día pueden cambiar las cosas que creías seguras, y que todo dé un giro y ya nunca vuelva a ser igual... Y lo peor de todo es que a eso no puedes poner remedio, porque si ocurre, ocurre, y ya está, sólo puedes poner empeño para recuperarte.

Porque todo se basa en algo tan complicado de conseguir, y tan frágil como es la confianza. Es esa idea de esperar en que el otro sea como tu esperas, que no te falle, que esté ahí cuando lo necesitas... Y eso muchas veces se da, pero no se recibe. Cuando la vida te da la oportunidad de encontrar a la persona indicada, esa persona que te da toda la confianza del mundo, te puedes sentir agradecida.

Al final, una relación es un acto de fe, un contrato por palabras en el que se apuesta todo lo que uno tiene. Es una entrega total por parte de dos personas, que dejan de ser dos, para ser uno...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Y la apuesta es a que perdure siempre.

Me encantó lo que escribiste. Te felicito.

Esther Hhhh dijo...

Yo siempre digo que el amor es algo muy complicado, y las relaciones más. Encontrar el equilibrio entre el "nosotros" y el "yo", saber respetar un espacio privado, y al tiempo compartir, saber quererse sin que eso sea obligación, sin que haya que "cumplir", que fichar como si de un trabajo se tratara... Lo cierto es que las relaciones son complejas, y el amor, más. Pero bueno, supongo que alguna vez saldrá bien ¿no?

Besitos